ACCIÓN TUTORIAL

 

¡Holaaa!

Hoy en clase hemos estado viendo el documental “Un Pulso al Fracaso”, de la Fundación Tomillo, que nos contaba la historia de varios alumnos que, por unos motivos u otros, habían dejado de lado la Secundaría y acudían a este centro con el fin de que les ayudaran.

Varios docentes defendían la idea de que, en muchas ocasiones, se centraban más en crear personas para insertarlas en la sociedad que en los propios contenidos de las materias. Así, por ejemplo, les formaban en valores que debían aprender o les enseñaban a trabajar en cocina o de camarero.

Una vez visto el documental, os voy a dar mi opinión sobre una de las cualidades que todo profesor debe tener pero que muchas veces se pasa por alto, que es la acción tutorial sobre sus alumnos y la dirección y orientación sobre su aprendizaje.

Desde mi punto de vista, la acción tutorial es fundamental para conseguir una educación de calidad. Evidentemente, al docente se le exige que los alumnos, cuando salgan del aula, tengan una serie de conocimientos, pero también es necesario que los niños cuenten con una atención personalizada por parte del profesor para que puedan contarle sus problemas, inquietudes e intereses tanto escolares como extraescolares.

Muchos docentes consideran que la vida extraescolar de sus alumnos no les concierne, ya que no consideran parte de su trabajo aspectos de esta índole. Sin embargo, yo opino que están equivocados, ya que una de las labores de los docentes es orientar a sus alumnos tanto en el ámbito académico como personal. Otro debate sería si los profesores cuentan con el tiempo suficiente para realizar esta actividad de forma eficaz y óptima.

En esta labor tutorial es fundamental que exista una relación fluida y cordial entre los docentes y los padres, de esta forma, podrán mantener conversaciones abiertas lo que les ayudará a tomar decisiones de manera más rápida en caso de necesitarlo. Así, el tutor se podrá convertir en el nexo de unión entre el resto de profesores y la familia del alumno.